martes, 18 de octubre de 2011

TOLUPANES

TOLUPANES

Se les conoce como Jicaques, pero su nombre auténtico es Tolupán. El término de jicaque fue utilizado por los colonizadores para referirse a los diferentes grupos rebeldes de la Taguzgalpa. Hacia fines de la época prehispánica se extendieron por la costa Atlántica, la Bahía de Honduras, desde el río Ulúa a Puerto Castilla, cerca de la actual ciudad de Trujillo y tierra adentro hasta el río Sulaco, pero en el año de 1609 los Tolupanes se ubicaron como grupo étnico en el área de los ríos Guayape y Guayambre, en Olancho.
En este proceso de reasentamiento étnico murieron grandes cantidades de indígenas debido al trabajo forzado y las enfermedades foráneas. El misionero español Manuel de Jesús Subirana, en 1864, gestionó ante las autoridades los títulos de propiedad para estas poblaciones, dichas tierras tituladas a favor de los indígenas hoy día son motivo de disputa por encontrarse la gran mayoría ocupadas por cafetaleros y ganaderos ladinos en el departamento de Yoro.
El pueblo Xicaque o Tolupán se encuentra ubicado en los departamentos de Yoro y Francisco Morazán, en los municipios de Morazán, Negrito, Victoria, Yorito, Yoro, Olanchito, Marale y Orica.
Las tierras ocupadas por el pueblo Tolupán son un 60 por ciento de vocación forestal, 30 por ciento ganadero y 10 por ciento agrícola. En las partes más altas de las montañas de Yoro, actualmente forman la Federación de Tribus Xicaques con 25 consejos tribales, y dos que todavía no se han integrado a esta estructura que es la tribu El Hoyo y la zona Occidental de la Montaña de La Flor. Su población aproximada es de 18 mil personas.
A pesar de que la cultura Tolupán ha sido en gran parte afectada por los ladinos, conservan su lengua Tool y sus tradiciones en las tribus de la Montaña de la Flor. La organización social descansa en la familia y en la sociedad tribal.
En 1978 se integra una directiva con el nombre de Federación Nacional de Tribus para la Liberación del Indígena Hondureño (FENATRILH), para reivindicar los derechos ancestrales y culturales del pueblo Tolupán. Posteriormente fue modificada para surgir la que actualmente se conoce como FETRIXI (Federación de Tribus Xicaques de Yoro).
Las actividades de los tolupanes giran alrededor de pequeños cultivos de café que fue introducido en la década de 1930. Sus alimentos básicos son el maíz, frijol, calabazas, papas y otros tubérculos. Plantan bananos en pequeñas parcelas y otros árboles frutales como naranjos, mangos y aguacate, así como pequeños plantíos de tabaco.
Producen miel de abeja, practican la pesca y caza en menor escala, conservan el uso del arco y la flecha para la cacería, el consumo de tabaco en pipas elaboradas para la localidad y el uso de la piedra pedernal para encender el fuego; también de la corteza de un árbol fabrican tiras de telas para unir entre sí los palos para construir chozas.
Tejen hermosas canastas de variadas formas y redes que se emplean para transportar maíz. Las mujeres cosen sus vestidos con telas compradas y las túnicas de los hombres llamadas balandranes con dril.

PECH

PECH


 
Se han realizado pocos estudios sobre este pueblo indígena. En la época precolombina, vivían en la parte central de la Mosquitia. Hondureña y en el noroeste del departamento de Olancho y hasta la ultima mitad del siglo XVII, ocupaban toda la comarca entre los ríos Aguán, Patuca y el mar; eran además dueños del litoral de la región desde Caratasca hasta el cabo Gracias a Dios, frontera con Nicaragua.
Lehmann y otros creen que las Islas de la Bahía también estuvieron ocupadas por los pech. Fundamentan esta propuesta en que, en 1622, indígenas de las Islas de la Bahía fueron utilizados como intérpretes por una expedición misionera entre los Pech de tierra firme. Además, Stone y Epstein sugieren que los artefactos encontrados en las Islas de la Bahía son similares a los encontrados en territorio Pech en tierra firme. Parece ser que las Islas de la Bahía estaban habitadas por los Pech y por comerciantes Mayas, cuya presencia allí ya ha sido señalada.
Los indígenas Pech también han sido llamados payas, poyers y pahayas, denominaciones que son rechazadas por los miembros de esta etnia, por hacer alusión a bárbaro, salvaje, incivilizado (así eran nombrados por los conquistadores españoles). Ellos se autodenominan "Pech" que significa "Gente", término que es usado para referirse solamente a ellos; para el resto de la población utilizan los términos pech-akuá (la otra gente) o bulá que quiere decir ladino. Lehmann y Greenberg consideran que la lengua pech deviene del Chibcha, aunque algunos otros lingüistas la consideran como una legua aislada.
En la actualidad la mayoría de la población pech se ha mezclado en cierto grado con los misquitos y como resultado, están enfrentando la pérdida de su lengua y cambios significativos en su organización social.
Durante el siglo XVI la región habitada por los pech formaba parte de la provincia de Varaguas o de Cartago, que se extendió desde Panamá hasta el cabo Gracias a Dios. Posteriormente, La Mosquitia. fue constituida como parte de la provincia de Tegucigalpa. Según estudios realizados, los conquistadores tardaron mucho tiempo en penetrar el área pech. La primera expedición se llevó a cabo en 1564 pero, debido a la fuerte oposición de los indígenas, se llegó a la conclusión de que solo mediante la religión se podría conquistar la zona.
A mediados del siglo XVIII piratas ingleses, franceses y holandeses se establecieron en la Mosquitia hondureña y se aliaron con los misquitos que vivían en la región. Los piratas establecieron buenas relaciones con los misquitos y les proporcionaban armas de fuego, con éstas obligaron a otros grupos indígenas, entre ellos los pech a replegarse al interior del territorio selvático. Fue así como los pech fueron desalojados de la costa y se ubicaron cerca del río Patuca, Sicre Twas, río Plátano, Paulaya y Sico, en tanto que los misquitos extendieron sus dominios por toda la costa hasta el cabo Camarón. Los datos históricos señalan que a lo largo de todo el siglo XVIII, los misquitos cometieron muchas atrocidades contra los pech, con el fin de capturarlos y venderlos como esclavos a los comerciantes ingleses. Esto provocó que la población pech se redujera en poco tiempo.
Hasta los siglos XVIII, los pech vivían en el corazón de la zona selvática de Agalta, su actividad productiva fundamental era la cacería y la pesca, con una incipiente agricultura basada, principalmente, en el cultivo de tubérculos como la Yuca dulce y, eventualmente el del maíz. Los pech se caracterizaban por ser nómadas.


TAWAHKAS

TAWAHKAS


Los Tawahkas
Los tawahkas o sumos, como también se les denomina, son uno de los grupos indígenas que habitan en las riberas del río Patuca, en el departamento de Gracias a Dios y parte del departamento de Olancho en Honduras y en la Costa Atlántica de Nicaragua. La región que comprende el departamento de Gracias a Dios se conoce como La Mosquitia. Aquí nos referiremos a los tawahkas ubicados en Honduras.
Tierra adentro de la costa de La Mosquitia viven los tawahkas. La mayoría de ellos reside en la aldea de Krausirpe, ubicada en la margen derecha del Patuca (viniendo río arriba desde Wampusirpe) y en la desembocadura del río Wampú. La única vía de comunicación de esta comunidad es el río Patuca.
Los tawahkas habitan esta región desde el siglo XVII, aproximadamente. De acuerdo a Linda Newson, "los sumus eran uno de los grupos indígenas más extensos de Centroamérica durante el período colonial. Se extendían hacia el sur desde el río Patuca en Honduras, a través de la Sierra Central de Nicaragua, hasta el río Rama. Hacia el oeste se extendían dentro del sur de Honduras, y en Nicaragua colindaban con los matagalpas y con el Lago Nicaragua".



Durante la época colonial, se vieron obligados a replegarse hacia el interior del país, ante la belicosidad e intransigencia de los misquitos o zambos; así fue como se establecieron en la región actual.
En la parte de Honduras, existen de 800 a 1,000 tawahkas, aunque es imposible precisar un número exacto, pues desde 1974 no se han efectuado censos poblacionales sobre las comunidades indígenas del país. Los datos que presentamos son aproximados. En total, estimamos que su número (los de Nicaragua y Honduras juntos) es de 14,000, aproximadamente.
Sin embargo, las siete comunidades que constituyen este grupo en Honduras: Krausirpe, Krautara, Dimikian, Yapuwas, Kamakasna, Wasparasni y Santa Marta, albergan 704 personas, distribuidas de la siguiente manera:
Pueblo No. de Casas Población
Krausirpe 58 390
Krautara 10 110
Dimikian 4 40
Yapuwas 6 32
Kamakasna 5 57
Wasparasni 2 10
Santa Marta 8 65
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Total 93 704